Hoy acabamos de ver, una vez más, la fuerza que tienen los medios de comunicación a la hora de emitir sus noticias: EL MODELO BENIDORM CONQUISTARÁ EL MUNDO POR SU SOSTENIBILIDAD.
¿Qué les puedo decir? Solo me queda el argumento siguiente: los estudios, para que tengan una credibilidad mínima, deben estar avalados por un organismo o profesional competente en la materia, realizados a través de indicadores claros y medibles, contrastados y comparados, y ser representativos de aquello que hablan.
¿Dónde están estos criterios en ese informe?¿Dónde están los resultados analíticos?¿Y las comparaciones objetivas?
Entre el modelo intensivo y extensivo, sabemos cuál elegir. Faltaría menos. Pero no es un criterio suficiente para determinar que es sostenible.
Si Benidorm eliminara todos sus edificios que superaran la altura máxima impuesta por Zaragoza Orts en su primer plan general de 1956, y los convirtiera en villas o edificios de esa altura máxima según su idea de Benidorm como ciudad jardín (WILSON C.M.,1999, Benidorm, The Truth): ¿qué área serían la más perjudicada: las económica, la social o la medioambiental?
Señores seriedad.
¿Benidorm es sostenible respecto a quién?¿A Torrevieja?¿A Andratx?¿A Altea?¿A Dénia?
Muchos técnicos de turismo sabemos que Benidorm tiene una imagen de destino insostenible. Y por ello, lleva tiempo estableciendo comunicaciones para eliminar esa percepción.
Saben, imagino, que lo más difícil para un destino es el reposicionamiento de una marca. Eliminar de la mente del turista esa percepción es complejo.
Pero utilizar la estrategia del engaño seguro que no es lo más adecuado.
¿Sabemos quién es Thomson? Si ¿sabemos lo que representa Thomson para Benidorm? Si¿Sabemos cuál es el mercado más importante para Benidorm? Si ¿Sabemos a que mercado va dirigido ese informe?Sí.
Entonces, sabemos darle la credibilidad justa a ese informe. Ninguna.